LAS COSAS CLARAS: LA EXIGENCIA DE LA DEROGACIÓN DE LA LIVG ES CONDICIÓN PREVIA, Y NECESARIA, PARA APOYAR LA CUSTODIA COMPARTIDA
Por honestidad y rigor intelectual y en defensa del millón de varones inocentes, víctimas de la execrable ley de violencia de género, me siento en la obligación moral de reiterar mi postura en relación con la custodia compartida. Estoy a favor de todos los movimientos que promueven la adopción legal de la custodia compartida -impuesta judicialmente por defecto, con carácter general en los procedimientos de separación o divorcio- pero sin olvidar que esta justa reivindicación está siendo utilizada (incluso alentada) torticeramente por la casta política en su beneficio político con objeto de desviar la atención de la opinión pública del verdadero y lacerante problema, del drama terrorífico que ya ha llevado preventiva y automáticamente al calabozo a un millón de varones inocentes: la ley integral de violencia de género (LIVG) y la monstruosa vulneración de los Derechos Humanos que conlleva su aplicación, mediante procedimientos PENALES sumarísimos (Juicios Rápidos) a cargo de tribunales de excepción (Tribunales de Violencia sobre la Mujer); una ley medieval y totalitaria que criminaliza y pisotea los derechos fundamentales de todos los ciudadanos (varones) por el hecho de serlo.
De esta manera, inicua, cruel, hipócrita y demagógica, la casta política utiliza la lógica aspiración a la custodia compartida de los padres separados o divorciados como cortinas de humo y fuegos de artificio, pero políticamente correctos, para desviar la atención de la opinión pública, y lo que es más grave, para confundir a las víctimas infundiéndoles vanas esperanzas de que después de una cosa (la custodia compartida) vendrá la otra por añadidura (la derogación o modificación sustancial de la LIVG). Falso. Nada más lejos de la realidad. Una verdadera trampa. Meros brindis al sol de los mismos (toda la casta política) que promulgaron, y siguen potenciando hasta límites insoportables, la execrable LIVG, conscientes de que cualquier ley, actual o futura, nacional o autonómica, que haya o pueda haber sobre la custodia compartida siempre será un papel mojado mientras persista la LIVG que, en todo caso, prevalecerá frente a todas ellas por su carácter de "ley orgánica".
Por si quedaba alguna duda, la última vuelta de tuerca de la LIVG que modificará el Código Civil (Art. 92) las ha disipado todas. Así, el padre que esté "incurso" en una denuncia por violencia "de género" (sin necesidad de que haya sentencia, ni siquiera que esté imputado), se le retirará, no ya la custodia de los hijos -que nunca se le otorga, salvo rarísimas excepciones-, sino todo régimen de visitas con sus hijos. Rasputín Rubalcaba (RR) dixit.
Por todo ello quiero dejar claro que soy contrario a cualquier movimiento en favor de la custodia compartida trampa. O sea, que no apoyo ningún movimiento en su favor que no plantee como prioridad absoluta la exigencia, previa y rotunda -por más políticamente incorrecta que resulte- de la derogación -o modificación sustancial- de la bárbara LIVG.
Honestamente creo que ambas cosas, la exigencia sin complejos de derogación de la LIVG (y sus derivadas perversas: SAP, denuncias falsas,...) y la custodia compartida tienen que ir, necesaria e indisolublemente, unidas. Lo contrario sería hacer el juego a la ideología de género y a sus palmeros: Gobierno, partidos políticos, CGPJ, medios de comunicación, y por encima de todo, al feminismo montaraz y totalitario.
El autor del blog:
Todo intento de custodia compartida por parte de los partidos políticos será pura demagogia, promesas electorales a la caza del voto perdido, si antes no se deroga la LIVG, por la sencilla razón de que esta ley es de rango superior, más las trampas legales de que cualquier padre inmerso en una denuncia por maltrato, sin sentencia y sin que este maltrato haya sido demostrado es causa suficiente según esta injusta y discriminadora ley, para negarle al padre la patria potestad y, que a la vez niega al hijo su derecho fundamental a relacionarse con el padre. No olvidemos que este disparate de ley fue aprobada por todos los partidos políticos, por lo tanto todos son culpables del gran daño que se está haciendo a nuestros hijos y tan solo con una simple denuncia de la madre, como única testigo, pisoteando la presunción de inocencia, y anulando la posibilidad de que exista (como suele se lo normal) denuncia falsa. Esta ley lo único que hace es proteger la industria del maltrato pues lo que es proteger a la mujer no la protege, como ya se lleva años observando. Entonces ¿Por qué tanto empeño en mantener esta execrable ley? Mucho me temo que los intereses de mantenerla nada tienen que ver con la protección de la mujer y sus intereses obedecen a intereses espurios.
La mejor respuesta ante tanta insensatez es no votar a ningún partido que no contemple la derogación de esta ley en sus programas electorales y exigirles un compromiso por escrito en el supuesto que lo contemplen en sus programas para evitar el “lo prometido en los programas electorales no se está obligado a cumplirse”, lo que es práctica muy común entre todo partido, luego les extraña la desconfianza del ciudadano hacia LA CASTA, cuando constantemente dan prueba de engaño, de lo que tiene prácticamente todos matrícula de honor, siendo este el único honor que tienen.
A la altura que está ya la ciudadanía al respecto de la LIVG, todo partido que pretenda seguir viviendo de ella, está caminando por un camino equivocado.
¡EN EL BIEN DEL MENOR DEROGACIÓN DE LA LIVG!
Esteban Sabio
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