El País. Miguel Yuste, 40. 28037 Madrid. Carta del 3 de marzo de 2010.
A la atención del director.
Muy Sr. nuestro:
El diario “El País” del sábado 27 de febrero de 2010 contenía en la sección de sociedad una noticia firmada por “A. Jiménez Barca” desde París, titulada “Francia sube las penas para la violencia psicológica machista”. La noticia contenía las siguientes afirmaciones (el subrayado es nuestro):
“La Asamblea Nacional francesa aprobó el jueves, por unanimidad, una proposición de ley que prevé la tipificación del delito de "violencia psicológica" en el seno de la pareja. Es decir, a partir de junio, que es cuando la ley entrará en vigor, los hombres que violenten desde el punto de vista psicológico a sus mujeres, que las sometan a comportamientos vejatorios o que las humillen, sufrirán una condena de tres años de prisión y una multa de 75.000 euros.”
La información insinuaba a continuación una supuesta unanimidad entre los grupos parlamentarios de izquierda y derecha (por ese orden) sobre la ley, y sobre el refrendo científico del proyecto por una determinada psiquiatra que al parecer habría inspirado la ley a sus impulsores políticos de distinto signo. Terminaba el artículo diciendo:
“Algunos juristas consultados por Le Monde se mostraron algo perplejos por el texto y preconizaron un difícil encaje entre el deseo de la ley y la realidad de aplicarla”.
La información oculta los siguientes datos:
En absoluto hay unanimidad entre las fuerzas políticas francesas sobre la criminalización de la violencia psicológica en la pareja. La proposición de ley fue presentada a la Asamblea por los diputados Bousquet (socialista) y Geoffroy (gaullista), porque reflejaba las propuestas de una comisión parlamentaria de composición plural y su presentación unilateral habría desacreditado el trabajo de dos años de los comisionados.
La mayor parte de las propuestas que se debatieron en esa comisión ni siquiera llegaron a presentarse a la Asamblea para ser tramitadas como proposición de ley. Se rechazó la creación de un Observatorio de Violencia de Género porque ya existe un Observatorio General sobre la Delincuencia, exclusivamente administrativo, dependiente de la Dirección General de la Policía Nacional. Se descartó expresamente la formación específica del personal policial y sanitario sobre violencia de género y la elaboración de protocolos de actuación específica; nadie se atrevería a plantear y sería motivo de escándalo nacional que los poderes legislativo o ejecutivo se atrevieran a sugerir cursos de adoctrinamiento de la judicatura francesa en materia de violencia de género ni de cualquier otro, como sucede en España.
Las restantes medidas emanadas de la comisión se remitieron a la tramitación legislativa porque existe otra proposición de ley en examen en el Senado francés a iniciativa socialista de parecido contenido y que habrá de ser articulada en un texto único para su aprobación o rechazo conjunto. Ninguna unanimidad parlamentaria cabe deducir al respecto, como sí la hubo en España en la L.O. 1/2004.
La proposición de ley pretende regular la orden de protección en favor de mujeres víctimas de violencia conyugal, pero las medidas serían siempre adoptadas por el juez natural, civil, sin que jamás se haya planteado en Francia la creación de una jurisdicción especial por razón de la materia, como existe en España.
Funciona en Francia desde 2006 un teléfono nacional de atención a víctimas de violencia en el seno del hogar (el 3919), que recibe más de 80.000 llamadas al año, muchas de ellas relativas a “acoso psicológico”, pero sus servicios se han extendido en los últimos tiempos a lo relacionado con la mutilaciones genitales y los matrimonios forzados. En Francia sí existe conciencia de la correlación entre violencia de género, inmigración y minorías culturales.
En 2008 se cometieron en Francia 157 homicidios conyugales, y la cifra tiende a estabilizarse desde 2002, pero las estadísticas francesas contemplan conjuntamente todos los casos, incluidos -a diferencia de España- aquellos en que los hombres son víctimas.
La noticia de “El País” induce a pensar que el delito que se plantea la asamblea francesa sólo puede ser cometido por hombres contra mujeres. Quizá la opinión pública española o los lectores de ciertos medios de comunicación han perdido en los últimos años toda sensibilidad política y capacidad crítica y de escándalo, pero se debe ser prudentes con lo que se dice de los demás. Nunca se ha planteado en la Francia republicana la tipificación de delitos específicos de hombres, ni en absoluto imponer mayores penas a los hombres que a las mujeres por el mismo delito, como lo hace la L.O. 1/2004 española. La agravante por razón del vínculo afectivo entre el agresor y la victima está regulada en el Código Penal francés en los siguientes términos no sexistas:
Artículo 132-80: “En los casos previstos por la ley, las penas en que se incurre por un crimen o delito se agravan cuando la infracción se comete por el cónyuge, el concubino o la pareja vinculado a la victima por un pacto civil de solidaridad. La circunstancia agravante prevista en el primer párrafo también concurre legalmente cuando los hechos se cometen por el ex cónyuge, el ex concubino o la ex pareja vinculada por un pacto civil de solidaridad. o (…) por razón de las relación que hubieran existido entre el autor de los hechos y la víctima.”
La trasposición al derecho francés de los instrumentos internacionales sobre la violencia de género se contiene esencialmente en la Ley 2006-399 de 4 abril 2006 titulada “de refuerzo de la prevención y de la represión de violencia en el seno de la pareja o contra los menores”. Afecta a leyes civiles y penales, tanto sustantivas como de procedimiento, pero a diferencia de la situación española las medidas “sociales” de protección de las víctimas financiadas con fondos europeos procedentes del Programa Daphne (hoy regulados por la Decisión 779/2007/ce del Parlamento Europeo y del Consejo de 20 de junio de 2007) amparan a los “niños, jóvenes y mujeres en situación de especial vulnerabilidad” y no exclusivamente a mujeres denunciantes de maltrato, como sucede en España.
La noticia de “El País” incurre en manipulación informativa. No es cierto que algunos juristas franceses se muestren “perplejos” por el texto de la proposición de ley. La reseña la ha tomado el articulista de “El País” del artículo firmado por Anne Chemin en Le Monde del mismo día 25 de febrero bajo el titulo “Debate sobre la violencia psicológica en el seno de la pareja” pero el redactor de Prisa ha censurado dos datos totalmente relevantes:
- No son “algunos juristas”, sino la posición institucional de la judicatura francesa la que se ha pronunciado en contra del nuevo tipo penal. El articulista de “El País” oculta que en el mismo artículo de donde él extrae su información, la redactora francesa reseñaba tres líneas más abajo las manifestaciones de Christophe Vivet, portavoz de la Unión Sindical de Magistrados, asociación profesional de jueces de referencia en Francia, en contra de la figura del acoso psicológico. Considera la ley presentada “para la galería y mediática” y dice que “existe un verdadero riesgo de arbitrariedad en este texto que va a autorizar a la justicia a inmiscuirse en la vida privada de las parejas”.
- Oculta también “El País” que el propio diario Le Monde (de capital, por cierto, participado por el Grupo Prisa) se ha posicionado editorialmente sin ambages en contra de la reforma legal francesa, tanto desde el punto de vista político como jurídico. Editó Le Monde 25.02.2010:
“…¿Hace falta por tanto, introducir en ese texto, como han hecho sus autores, un nuevo delito, el de “violencia psicológica en el seno de la pareja”? SIN DUDA NO. Es verdad que cierta forma de acoso moral precede en general a los golpes. Pero la definición de este nuevo delito es todavía confusa y será difícil reunir las pruebas si las violencias tienen lugar en el recinto cerrado del hogar conyugal.
Se legisla demasiado en Francia y las leyes vigentes son frecuentemente inaplicadas. Hay que legislar no para la galería, sino cuando el Derecho no es suficiente o es más pertinente. Esta buena proposición de ley no necesita sin duda crear este nuevo delito”.
La actitud del “El País” se entiende mejor como ejemplo indisimulado de técnica de contra-información en relación a otra noticia sobre la materia de la que dicho medio no se ha hecho tan explícito eco. El gobierno de España planteó como medida estrella de su presidencia de la Unión Europea en el primer semestre de 2010 la articulación jurídica de la orden europea de protección, en beneficio de las mujeres víctimas de violencia de género. La propuesta española ha sido rechazada en la reunión de ministros de Justicia celebrada en Bruselas el día 26 de febrero pasado, con la participación del Sr. Camaño. El grupo de trabajo no puede valorar la legislación española desde el punto de vista del respeto al principio de no discriminación, y de su posible violación de derechos humanos y garantías fundamentales. Más allá de matices técnicos y de declaraciones diplomáticas, las reticencias europeas se centran en un punto básico: el sistema español gira en torno a la criminalización de las relaciones de pareja y al sistema judicial penal, mientras que en los restantes países europeos sin excepción los mecanismos de protección se disponen por jueces civiles o autoridades administrativas.
Por tanto, la legislación española de violencia de género, en contra de la propaganda oficial, no es modelo de nada ni para nadie. La noticia de “El País” insinuando que la legislación francesa se pretende aproximar a los “progresos” de la española nada menos que en derecho penal no responde a la realidad.
Como siempre, las malnacidas propulsoras de la filosofía de género, siguen dando muestras de su capacidad de manipulación y el poder que ostentan al tener a un medio de comunicación como el diario EL País en su nómina.
Cuando la “momia” desaparezca junto a Mr. Bin veremos cómo se desmorona este castillo de naipes de la filosofía de género, sencillamente porque sus cimientos están apoyados en la mentira, la injusticia y en la estafa al pueblo Español. Es mucho el dinero que estáis robando cuadrilla de ladrones.
Atentamente, A.V.L.V.G. (Asociación de Víctimas de la Ley de Violencia de Género).
No hay comentarios:
Publicar un comentario